
Los rechaces son ese momento impredecible que puede cambiar el destino de un partido en cuestión de segundos. Si alguna vez te has preguntado cómo esos oportunistas del área siempre están en el lugar correcto en el momento adecuado, este artículo es para ti. Desglosaremos qué son los rechaces en el fútbol, cuándo ocurren y cómo puedes entrenar para convertirte en el maestro de las segundas jugadas.
¿Qué son los rechaces en el fútbol?
Los rechaces, también conocidos como rebotes, se producen cuando el balón es desviado o repelido por un jugador, generalmente el portero o un defensor, y queda libre en el campo de juego sin que ningún equipo tenga posesión clara. Estos momentos son oportunidades de oro para los atacantes atentos que buscan capitalizar el desorden momentáneo en la defensa contraria.
¿Cuándo se producen los rechaces?
Los rechaces pueden ocurrir en diversas situaciones durante un partido:
- Disparos a puerta: Cuando el portero detiene un disparo pero no logra atrapar el balón, dejándolo suelto en el área.
- Centros al área: Un defensor despeja un centro, pero el balón cae cerca de la zona de peligro.
- Balones parados: Tras un córner o tiro libre, el balón es rechazado pero no alejado lo suficiente, quedando a disposición de los atacantes.
- Rebotes en el poste o travesaño: El balón golpea la estructura de la portería y vuelve al campo de juego.
La importancia de los rechaces en el fútbol
Aprovechar los rechaces es fundamental para cualquier equipo que busque maximizar sus oportunidades de gol. Los equipos que entrenan para anticipar y capitalizar estas situaciones suelen tener una ventaja competitiva, ya que los rechaces a menudo pillan desprevenidos a los defensores.
A lo largo de la historia, hemos sido testigos de goles icónicos que surgieron de rechaces. Aquí algunos ejemplos memorables:
Gol de Andrés Iniesta en la final del Mundial de 2010
Durante la prórroga de la final entre España y Países Bajos, Cesc Fàbregas aprovechó un rechace en la frontal del área para asistir a Iniesta, quien marcó el gol que le dio a España su primer Mundial.
Gol de Ole Gunnar Solskjær en la final de la Champions League de 1999
En los minutos finales del partido entre Manchester United y Bayern Múnich, Solskjær aprovechó un rechace tras un córner para anotar el gol de la victoria, completando una remontada histórica.
Cómo entrenar para aprovechar los rechaces
Para convertirte en un experto en aprovechar los rechaces, es esencial enfocarse en varios aspectos durante el entrenamiento:
1. Posicionamiento y anticipación: Los delanteros deben aprender a leer el juego y posicionarse en lugares donde es más probable que caigan los rechaces.
2. Reacción rápida: Los ejercicios de reacción pueden ayudar a mejorar esta habilidad, permitiendo a los jugadores llegar antes que los defensores a los balones rechazados.
3. Finalización bajo presión: A menudo, los rechaces deben ser convertidos en gol en situaciones de alta presión y con poco tiempo para pensar.
4. Entrenamiento específico: Por ejemplo, ejercicios donde los jugadores deben reaccionar a balones sueltos tras disparos o centros pueden ser muy efectivos.
Cursos de análisis táctico en fútbol
Para entender mejor cómo ocurren los rechaces y cómo aprovecharlos, es recomendable realizar un curso de análisis táctico en fútbol ya que ayudan a entender las dinámicas del juego, permitiendo a los jugadores y entrenadores anticiparse a situaciones de rechace y preparar estrategias para capitalizarlas.
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5 formas de colocar jugadores en el rechace
Vamos a introducir cinco tácticas clave para aprovechar los rechaces en el fútbol, pero en lugar de solo explicarlas aquí, te recomendamos verlas en acción en uno de los videos de nuestro canal de YouTube de la academia, donde las analizaremos de forma más visual ¡No te lo pierdas!
PRIMERA OPCION
La primera de todas es colocar a un jugador al borde del área y otro jugador, generalmente jugadores más rápidos (ya sean laterales o jugadores de estatura más baja) un poco más atrás. Esto es, por si acaso viene algún balón dividido y el jugador más atrasado pueda llegar.
SEGUNDA OPCIÓN
La segunda opción es ocupar todo el borde del área colocando varios jugadores en batería. Esto es útil si quieres meter a un tercer jugador cerrando o si deseas que los jugadores tengan opciones para apoyar a la corta, sacar el balón para centrar o disparar a portería.
Generalmente, con dos jugadores ocupando el rechace suele ser suficiente. A veces, incluso se colocan tres jugadores para cubrir toda la zona de rechazo y se mete a un cuarto jugador para cerrar más atrás.
TERCERA OPCIÓN
La tercera opción, muy usada Premier League esta temporada, se utiliza cuando sabes que el balón será aéreo y va a ir directamente al área. En este caso, los jugadores a rematar se colocan como en la primera opción, pero con una diferencia: el primer jugador se coloca delante para asegurar una buena posición en caso de rechace, de modo que pueda terminar la jugada antes de que llegue otro jugador rival.
Esta opción es más arriesgada, pero puede ser útil dependiendo de las circunstancias del partido.
CUARTA OPCIÓN
Si vas ganando y deseas cerrar el marcador te recomendamos esta cuarta opción en la que podrías optar por colocar menos jugadores al área para rematar y ocupar racionalmente el rechace. Aquí podrías dejar un jugador atrás, y a lo mejor añadir un cuarto jugador para asegurar aún más la zona del rechazo.
Este tipo de estrategia te ayuda a ocupar bien la zona del rechazo mientras gestionas el tiempo de forma más controlada. Además, si hay alguna pérdida, el retorno sería más sencillo.
QUINTA OPCIÓN
La quinta y última opción es la más arriesgada. Esta se utiliza cuando estás perdiendo y quedan pocos minutos. Lo que haces es dejar un único jugador al rechace y subir al portero, arriesgando que, si el balón viene a su área, se tenga que buscar la vida despejando o colgando el balón.
Si no deseas que tu portero suba a rematar, puedes dejarle en su puesto habitual y colocar a un jugador uno contra uno, asumiendo el riesgo. En este caso, el portero no remataría, pero si lo hace, podría sorprender al equipo contrario, ya que este podría no estar preparado para defender al portero.
Conclusión
Los rechaces son momentos impredecibles que pueden definir el resultado de un partido. Los jugadores que se entrenan para anticipar y aprovechar estas oportunidades añaden un arma poderosa a su arsenal ofensivo. Al enfocarse en el posicionamiento, la reacción rápida y la finalización bajo presión, y complementando con un sólido análisis táctico, es posible maximizar el rendimiento en los rechaces. Si quieres aprender más… no te pierdas el curso de analisis tactico.